sábado, 9 de octubre de 2010

Mi primera vez

Ahí estaba yo, mirándola con miedo, pensando que había cometido un error, que era una locura, otro capricho pasajero, otro amor de esos que se acaban diluyendo en la cuarta cita y que al cabo de un mes ni la recordaría.Tal vez porque no conseguiría entenderla o quizá porque ella no querría ir por el camino que yo le marcara.
Curiosamente años mas tarde tendría sensaciones parecidas, pero en esta ocasión todo era muy distinto, era la primera vez.

Sin dar mas rodeos me acerqué a ella, la acaricié con suavidad, sin dejar de mirarla, era tan bonita, tan atrayente, con ese brillo que hacia que me sintiera orgulloso de tenerla conmigo. Con un giro de mi mano y un leve roce de mis dedos su cuerpo comenzó a estremecerse, a calentarse, a vibrar, a hablarme del mismo modo hipnótico que había utilizado la primera vez que la oí.

Al principio se me hizo extraño,  no sabía que tenia que hacer con cada mano ni donde colocar los pies, conocía la teoría pero era la primera vez que ponía esta en práctica y mi nerviosismo era evidente. Poco a poco todo se hizo mas natural, mis movimientos se coordinaron y ella comenzó a moverse. De pronto se detuvo, mi torpeza y mis prisas la asustaron, había sido muy brusco y no le gustó.
Respiré profundamente y retomé los pasos que me habían dado tan buen resultado hasta ese momento y casi sin darme cuenta ella ya estaba de nuevo en movimiento.
Así pasamos unos minutos y una sonrisa se dibujó en mi cara, una sonrisa que ya nunca olvidaré y que volvería a repetir miles de veces, porque esa seria la primera vez pero no la última en que ella y yo nos fusionaríamos en un solo conjunto, ese fué nuestro primer viaje, el mas corto pero quizá el mas inolvidable.
Ya sabia que podría conducir mi moto.