lunes, 18 de abril de 2011

Lavar la moto

Para mi, lavar la moto es casi un ritual, es un rato a solas con mi maquina, me hace sentir como el jinete que alimenta y limpia su caballo y lo deja libre de parásitos.

Es sábado y hace un día estupendo, buena temperatura, el sol brilla y ninguna nube amenaza por ninguna parte, hoy no va a llover, al menos eso espero.
Lleno un cubo con agua, cojo unos trapos, mi caja de herramientas y bajo con todo al garaje, !ups,! vaya, me doy cuenta que he olvidado echarle un chorrito de jabón al agua. Cierro la puerta del local, después abro la del portal y subo las escaleras en busca del bote de lavavajillas ...(curiosa palabra esta, "lava-vajillas", solo cambiando una V por una B hablaríamos de otra cosa . "lava- bajillas" ) Con ese pensamiento que me hace sonreír preguntándome si una mujer de escasa estatura utiliza un lava "bajillas" cuando se ducha, abro la puerta de casa.

De regreso al garaje comienzo el trabajo. En primer lugar desmonto el asiento del pasajero y con ello puedo quitar también las alforjas. Después la emprendo con el respaldo y la parrilla que también desmonto y coloco con cuidado en el suelo junto al resto de piezas. Bien, ya he desnudado a mi niña. Ahora con ayuda de una esponja la empapo bien con el agua jabonosa...pero...!joder!...¿donde está la esponja?...ainssss que mala cabeza tengo, la dejé en casa. Se ve que una vez me dieron a escoger entre tenerla grande o tener buena memoria y nunca consigo recordar que elegí...jejeje...
De nuevo cierro la puerta del garaje, no sea que pase algún listo y se lleve algo , vuelvo a subir, menos mal que vivo en un primero.

Esta vez si, he repasado todo mentalmente y no he olvidado nada mas, ahora ya estoy enjabonando la moto con ayuda de la esponja y con paciencia y mucho mimo elimino la suciedad que afeaba mi montura. Luego la enjuago echándole por encima el agua del cubo evitando mojar las partes eléctricas. Con un paño de algodón comienzo el secado de la maquina y a continuación me dispongo a limpiar los cromados, para ello utilizo un producto de esos de limpiar las vitrocerámicas, los deja relucientes...¿y el bote?....¿no me jodas?...no puede ser...

Un pelín cabreado me encuentro de nuevo cerrando la puta puerta para que ningún cabrón me pueda robar mientras subo a casa, menos mal que vivo en un primero y solo tengo que subir treinta escalones de mierda.

De nuevo delante de la moto y un poco nervioso, no voy a negarlo, añado un poco de producto en un paño y   lo aplico sobre los cromados, dejándolo actuar unos minutos hasta que cojan un color blanquecino. Luego con otro paño de algodón  retiro el exceso de producto y con una gamuza froto las partes cromadas haciendo movimientos circulares puliendo la zona hasta que queden relucientes.
Repito el proceso con el respaldo y la parrilla que dejé antes a un lado y a continuación los vuelvo a instalar en su sitio. Da gusto ver como brillan.

Ya solo me queda limpiar las alforjas, para ello, antes de colocarlas en la moto, nada mejor que nutrir el cuero con grasa de caballo. Justo en ese momento es cuando me cago en San Puto Bendito, en la virgen de la Pata Gorda y en todo el santoral, justo cuando me doy cuenta que también olvidé la grasa de los huevos....de caballo....de los cojones....bueno ya me entendéis.... Después de dar mil vueltas por el local y de mirar otras mil en mis bolsillos sin encontrar las llaves del garaje, decido dejarlo abierto. Al salir las veo en la cerradura, mirándome, riéndose de mi, con autosuficiencia, satisfechas de haber permanecido en silencio mientras yo las buscaba. Las retuerzo con rabia en la cerradura y me dirijo al portal pisoteando con furia cada escalón.
Saco de un cajón la lata que contiene la grasa de caballo y oigo una voz preguntarme si he visto el lavavajillas, SI, le gruño al salir, y espero que la enana se este ahogando en la ducha.

Por fin termino de colocarlo todo en su sitio y saco la moto a la calle para ver como el sol refleja sus rayos en unos cromados impolutos. Y es justo en ese momento, en ese preciso instante cuando una gaviota decide arruinarme el día y profanar mi moto aflojando su culo y esparciendo su contenido sobre ella.







11 comentarios:

  1. JAJAJAJAJA, hazte con una caja con todo lo que necesitas para lavarla y ponla en el garaje!!!!

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  2. ...No hay fotos porque hubiera tenido que subir de nuevo a buscar la cámara...

    Y normalmente tengo todo en una caja, pero cuando se agotan los productos o los necesito para otra cosa olvidos meterlos de nuevo...es lo que tiene ser un desastre....jejejeje

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  3. Historias como estas son las que merecen la pena leer, para darse cuenta que sigues igual de zumbao que siempre xD

    Un abrazo!!

    Raúl Lupi

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  4. Es que si no, no seria yo ¿no crees?...Un abrazo

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  5. Ten cuidado con lo que cuentas... Chiwy y Águila Culebrera tienen una particular teoría sobre el tema del lavado de la moto... ejem...

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  6. Conozco esa teoría y si, yo también lavo muuuucho la moto....ejem....que le vamos a hacer...

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  7. jajaja, joder Javi, muy buena la historia. La verdad es que te pasan las mismas putadas que a mi...

    Un abrazote

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  8. ...Gracias tio, a ver si podemos contar historias de ganar la loteria....jajaja

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  9. Pero que bien lavas la moto joio¡Cuado quieras,te presto la mia¡jajaja
    Besitos
    Olga

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  10. Déjalo Olga, total si lavé de nuevo la moto ayer y todavía no ha parado de llover...menos mal que no encojen...jajaja

    Un beso guapísima

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